Laura Escanes ya no es solo una influencer. A los 29 años, se ha convertido en una comunicadora completa, capaz de conectar con su audiencia desde la emoción, la autenticidad y la reflexión. Su reciente reconocimiento con el Premio Ondas Global al Pódcast Revelación por Entre el cielo y las nubes ha sido el espaldarazo definitivo a una carrera que evoluciona con fuerza fuera del ecosistema puramente digital.
Este proyecto, donde Laura despliega una faceta íntima y reflexiva, ha captado la atención no solo del público, sino también de la crítica. Ya que, a través de su voz, aborda temas personales y sociales con una mezcla de sensibilidad y contundencia. Y es precisamente en esa sinceridad donde reside su fuerza: la capacidad de hablar sin adornos, sin miedo.

Una historia que también es la de muchas
Más allá del reconocimiento profesional, Escanes también atraviesa una etapa de estabilidad emocional. Su relación con Joan Verdú, que ha cobrado protagonismo en los últimos meses, muestra una versión más serena y segura de sí misma. Pero no todo ha sido un camino llano.
En su reciente participación en Planeta Calleja, Laura compartió uno de los momentos más duros de su vida: el aborto que vivió con 20 años, cuando aún estaba con Risto Mejide. Lo narró con una honestidad que traspasa la pantalla. “No me encontraba bien, ni física ni emocionalmente. Fue una decisión personal, dolorosa, pero necesaria”, expresó.
Lejos de buscar titulares fáciles, su testimonio abre una puerta a la conversación sobre experiencias silenciadas. “No me arrepiento de haber hablado. Creo que muchas mujeres necesitan escuchar que no están solas”, afirmó durante la entrevista.
Con cada paso, Laura Escanes construye una nueva narrativa en la esfera pública: la de una mujer que ya no necesita protegerse tras filtros, sino que elige mostrarse tal como es. Una figura que inspira desde la honestidad, en un momento donde contar la verdad sigue siendo un acto de valentía.