Aitana ha vuelto a escena con Segundo intento, un tema que marca el comienzo de una nueva etapa musical para la artista catalana. Con una base de new wave y sintetizadores hipnóticos, la canción engancha desde el primer compás, pero lo que de verdad ha captado la atención del público no es su ritmo contagioso, sino su letra, cargada de nostalgia y rabia contenida.
Aunque muchos fans pensaron que el tema hacía alusión a su ex pareja Miguel Bernardeau, Aitana ha sido tajante: “Dejad de inventar cosas”. Las pistas, sin embargo, apuntan a Sebastián Yatra como el verdadero protagonista emocional. Con frases como “No fue que lo hicieras / fue como lo hiciste”, la cantante no esconde el dolor por una despedida que no terminó bien, y deja claro que lo que más le dolió fue la forma, no el final.

El videoclip, dirigido por Daniel Eguren, ha añadido una nueva capa de misterio. En su escena final, Aitana dibuja un símbolo con las manos que ha despertado todo tipo de teorías. ¿La letra griega Omega, como guiño a un posible disco que cierre el ciclo iniciado con Alpha? ¿Una referencia a su signo zodiacal, Cáncer? O incluso, en tono más lúdico, ¿una broma visual al estilo Dragon Ball?
Aitana, reina del enigma pop
Sea cual sea la interpretación correcta, lo cierto es que Aitana ha demostrado que sabe jugar con el misterio. En un panorama musical cada vez más inmediato, ha logrado algo poco común: generar conversación y mantener el interés más allá del estreno. Con Segundo intento, no solo ha lanzado una canción, sino también una nueva narrativa en su carrera.
Y mientras el público sigue debatiendo sobre el significado del gesto final, una cosa es segura: Aitana ha vuelto para quedarse, reinventándose con fuerza y sin miedo a mostrarse vulnerable.