La vida de Adele ha dado un giro impresionante en los últimos años. Tras superar la pausa provocada por la pandemia y establecerse en Las Vegas con su residencia en The Colosseum at Caesars Palace, la artista ha decidido llevar su espectáculo a otro nivel con una serie exclusiva de 10 conciertos en Múnich, que ya apunta a ser un hito en la industria musical.
Un éxito sin precedentes
Las entradas para sus shows en Múnich se agotaron hace meses, con un aforo máximo de 74.000 personas por concierto, lo que supone cerca de tres cuartos de millón de entradas vendidas. Los precios han oscilado entre 80 euros para las localidades más asequibles y 1.500 euros para la experiencia VIP.

Además, la producción ha requerido una inversión de 100 millones de dólares, incluyendo un escenario de última generación y una pantalla gigante de 220 metros, garantizando una experiencia visual inigualable.
Las impresionantes ganancias de Adele
La cantante británica ha convertido su residencia en un fenómeno financiero, ya que por cada show percibe alrededor de 1 millón de dólares, sin contar los ingresos adicionales provenientes de la venta de entradas y merchandising, que podrían elevar la cifra en 24 millones de dólares más.
Su éxito en Múnich podría posicionarla entre los conciertos más taquilleros del año, superando a eventos históricos como el de Coldplay en Buenos Aires, que reunió a 627.000 espectadores.

¿Será esta su última gran gira?
A pesar del abrumador éxito, Adele ha insinuado que podría ser una de sus últimas grandes presentaciones. En recientes declaraciones, la cantante aseguró que tras esta serie de conciertos se tomará un largo descanso y se alejará temporalmente de la música:
«No tengo planes para lanzar nueva música. Quiero un gran descanso después de esto y explorar otras formas de creatividad», confesó.
Sus seguidores ahora se preguntan: ¿serán estos los últimos conciertos de Adele por mucho tiempo?