Tras el fallecimiento del Papa Francisco ha desatado un fenómeno inesperado en las salas de cine: el resurgir de Cónclave, una película que, sin proponérselo, ha tocado una fibra colectiva en plena transición eclesiástica, ha sido un giro inesperado. Desde su estreno que fue el 20 de diciembre, la cinta es dirigida por Edward Berger ha captado la atención del público, pero el gran impulso llegó esta semana, cuando su trama se vio reflejada, casi calcada, en los titulares del mundo.
La historia, basada en la novela de Robert Harris, gira en torno al cardenal Lawrence (interpretado por Ralph Fiennes), encargado de presidir el cónclave tras la repentina muerte del Papa. Lo que parece una ceremonia de sucesión se convierte en un thriller de conspiraciones internas que cuestionan los mismos cimientos del Vaticano, esto ha generado gran conmoción al público.

Crecimiento explosivo en taquilla y plataformas
Desde que se conoció la noticia del fallecimiento del pontífice, el interés por la película se ha disparado. Según la distribuidora DeAPlaneta, Cónclave será proyectada desde este viernes en 150 salas en todo el país. Sin embargo, la cinta se posiciona en un fenómeno que va más allá del entretenimiento con más de seis millones de euros recaudados y 900.000 espectadores.
En las plataformas digitales, la tendencia también es arrolladora. De acuerdo con Variety, las visualizaciones del filme aumentaron un 283 % en apenas unos días, gracias a su paralelismo con los acontecimientos reales.
Un éxito también en la crítica
Cónclave no solo ha sido bien recibida por el público. Su guion, obra de Peter Straughan, se alzó con el Óscar al mejor guion adaptado, y también conquistó el Globo de Oro en la misma categoría. En los prestigiosos BAFTA, fue elegida mejor película del año, consolidando así su estatus internacional.
El reparto, que incluye nombres como Stanley Tucci y John Lithgow, es uno de los pilares de esta historia tensa, reflexiva y profundamente actual. Una obra que, por su temática y su momento, ha logrado lo que pocas: atrapar al mundo entre la fe, la política y el suspense.