El pasado sábado 22 de marzo, la gala de clausura del Festival de Málaga 2025 no solo celebró el talento del cine, sino también el de la moda. Entre las muchas figuras que desfilaron por la alfombra roja, fue Violeta Mangriñán quien acaparó todos los flashes con un estilismo que combinó sofisticación, carácter y una clara apuesta por el diseño nacional.
Para la ocasión, Violeta lució un vestido exclusivo de CLARO Couture, confeccionado en crepe y muselina de seda en azul marino. El diseño de corte sirena abrazaba su silueta con elegancia, pero lo que realmente marcó la diferencia fue el peplum estructurado en la cintura, que aportaba volumen con un aire contemporáneo sin perder la esencia clásica del conjunto.

El cuello perkin, de inspiración retro, añadía un toque distinguido, mientras que la espalda cerrada con botones al tono subrayaba la delicadeza artesanal de la prenda. La suma de estos elementos convirtió el vestido en una pieza que equilibraba la nostalgia de la alta costura con un enfoque actual.
Joyas con historia y belleza atemporal
El look se completó con joyas vintage de Joyas Antiguas Sardinero, que añadieron una luz sutil y refinada, realzando el carácter atemporal del conjunto. El peinado, ejecutado con herramientas de ghd, ofrecía un acabado pulido que encajaba perfectamente con la estética general: sobria, moderna y con un guiño al glamour de antaño.
La elección de este estilismo no solo consolidó a Violeta Mangriñán como un referente indiscutible de estilo, sino que también subrayó el papel fundamental que la moda española desempeña en los grandes eventos culturales. CLARO Couture vuelve a posicionarse como firma clave en las alfombras rojas, gracias a su capacidad de transformar la tradición en diseño contemporáneo.
Sin artificios innecesarios y con una elegancia medida, Violeta logró uno de los looks más aplaudidos de la noche, elevando la moda nacional y dejando una imagen para el recuerdo en esta edición del festival.